Breve historia del Buzo Naval

El 8 de noviembre de 1921 se estaba preparando un documento muy importante para la historia del buceo en la Argentina donde se daban las características del curso de buceo anexos a la Escuela de Torpedos del Arsenal Naval del Río de La Plata perteneciente al Ministerio de Marina (hoy Armada Argentina). El 9 de noviembre se registró la orden debidamente firmada, en la misma se establecían los objetivos de los cursos.

La historia del buceo en Argentina comienza a escribirse en 1917 cuando el Ministerio de Marina ordenó que se designaran cuatro oficiales para realizar un curso de instrucción y adiestramiento en submarinos. Ese personal fue enviado a los Estados Unidos y cuando llegaron debieron realizar un curso de adiestramiento en buceo debido a que el curso para el que fueran designados ya se encontraba en una etapa avanzada por lo que debieron esperar la iniciación de uno nuevo.

Al regresar al país el entonces Teniente de Fragata Vicente Ferrer fascinado por la experiencia vivida sería el encargado de comenzar con el buceo en la República Argentina. Tenía la idea de implementar un curso de buceo, su propuesta fue cuidadosamente analizada y fue en 1921 que se ordenó la iniciación de una nueva actividad muy necesaria para el servicio naval de aquella década que comenzaba a partir de la siguiente orden.

4.  Los alumnos de la mencionada escuela que lo deseen podrán seguir dicho curso. 5.  Adoptase como programa de instrucción el formulado por el Teniente de Navío Vicente Ferrer. 6.   Los aprendices que al egresar de la escuela sean aprobados en el curso de buceo recibirán el certificado correspondiente. 7.     La dirección General del Personal designará anualmente al personal torpedista permanente que desee seguir el curso de referencia, en los meses de diciembre a marzo. 8.  El Certificado de haber sido aprobado en el curso de buceo debe ser renovado cada seis meses por la Dirección General del Personal, con las exigencias del caso, para evitar la pérdida de la práctica correspondiente. 9.  publíquese, etc.

Escuela de Buceo de la Armada.

Este fue el primer documento oficial, que nos dejó la historia para que todo el personal de buceo de la Armada haga hoy un alto para recordar el comienzo de la conquista del mundo subacuático de nuestra extensa plataforma marítima.

En los meses de verano de 1924-1925 la Escuela de Torpedos dicta el primer curso de buceo compuesto por nueve hombres, con el objeto de capacitar personal para la búsqueda y recuperación de torpedos que se lanzaban en los ejercicios navales. Desde entonces, distintos buques de la época han sido plataformas de buceo debido a que en ésta escuela no existían las instalaciones apropiadas.

En 1927 se crea una comisión para encarar la limpieza de cascos hundidos en el área del Río de la Plata, esta fue una exitosa tarea y constituyó el primer trabajo de salvamento que se realizó a gran escala y fue fuente de la creación del Buzo de Salvamento.

En 1929 era inminente la incorporación de los primeros tres sumergibles adquiridos a Italia. La actividad de buceo experimenta un renovado impulso y surge la necesidad de crear una Escuela especializada en Buceo.

En 1930 se planificaron 3 cursos de buceo anuales para cubrir las necesidades del servicio y el Capitán de Fragata Vicente Ferrer presentó un proyecto para crear una reglamentación de buceo el que fue analizado por los Tenientes Buzos Oscar Rumbo y Horacio Howard, quienes tuvieron a cargo los temas relacionados con el buceo desde 1923 a 1939.

En 1931 se aprobó el primer Reglamento Orgánico del Servicio de Buceo y los buzos adquieren la especialización en Salvamento y Buceo, al año siguiente se analizan los programas de los cursos para adaptarlos a los requerimientos de la época.

En 1933 se hace realidad la incorporación de las primeras unidades de sumergibles, es entonces que se plantea la necesidad de que la Escuela de Buzos tenga su asiento en la Base de Sumergible en Mar del Plata y ese año a bordo del Rastreador Pinedo se da el primer curso de buceo de la nueva escuela que aún no tenía un lugar fijo para funcionar.

El 28 de junio del año de 1933, el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Capitán de Navío León E. SCASSO, elevo al Ministerio de Marina, el proyecto de la creación de la Escuela de Salvamento y Buceo en la Base de Sumergibles de Mar del Plata y el 1º de diciembre de ese año, con la iniciación del primer curso de Salvamento y Buceo, la escuela comienza a funcionar orgánicamente como Escuela de Buceo.

En 1936 se adquiere el equipamiento necesario de última tecnología para la época y se incorpora el Rastreador Seguí como primer referente en el mar en tareas de salvamento y como Buque Escuela de Buceo.

En 1938 se inauguró el Centro de Instrucción y Adiestramiento de Salvamento y Buceo y ese mismo año se graduó la primera promoción de buzos de profundidad compuesta por 21 buzos. A la nueva Escuela se la conocía como "La Escuelita", así era llamada por sus primeros instructores, era modesta pero muy cálida, estaba formada por una casilla de madera de dos piso y en su interior funcionaba un simulador de buceo y las aulas desde donde sus alumnos debieron haber contemplado a los primeros sumergibles y los buques allí amarrados, en su exterior había una cámara de descompresión con un tablero de aire.

En su inauguración, la escuela exhibía su primer escudo diseñado especialmente por el Suboficial Segundo Control de Averías e Instructor de Buceo Luis Tabó, este era el que todos conocemos hoy un pulpo con una escafandra rodeado de un halo de cadena que simbolizaba la unión de un grupo de personas que decidieron especializarse para explorar y trabajar bajo las aguas.

En 1948 casi simultáneamente a cursos similares que se dieron en diferentes partes del mundo, la Marina de Guerra Argentina dicta el primer curso de buceo autónomo.

En 1951 la Escuela se hace más imponente se traslada al lugar donde funciona actualmente en la Base naval Mar del Plata, finalizan las obras al año siguiente. La escuela con su nuevo tanque de entrenamiento su simulador de buceo y su cámara hiperbárica comienza años tras años a dar cursos de buceo.

En 1952 nace una nueva necesidad operativa, era necesario que la Armada contara con buzos adiestrados para el combate. Se decide entonces dar comienzo al primer curso de buceo táctico y nace una nueva capacitación.

En diciembre de 1965, tras un replanteo general de la orgánica del Centro de Instrucción de Salvamento y Buceo y a la luz de la necesidad de crear capacitaciones auxiliares al buceo y por usos y costumbres la Escuela adquiere la denominación de ESCUELA DE BUCEO.

En 1968 se crea el curso de Buceo de Borda para los nadadores de rescate que tenía la flota de mar, de esa manera fueron adiestrados para efectuar buceo autónomo hasta 12 m. haciéndolos aptos para la inspección de los cascos de los buques de superficie. También se crean los cursos de buceo para médicos, bioquímicos, ingenieros y enfermeros. Tras la formación de profesionales en el buceo, el Dr. Celso Aldao, Oficial Medico y un estudioso de la materia, escribió el primer libro de Medicina del Buceo en Argentina.

En 1974 la ESCUELA DE BUCEO adquiere una mayor relevancia al transformar la vieja Escuela con las más modernas instalaciones y la posterior incorporación del Centro Hiperbárico tal como la conocemos hoy. Esta nueva etapa del buceo ubicaba a la Armada Argentina a la altura de las más avanzadas tecnologías que le permitiría operar con buzos hasta alcanzar nuestra plataforma continental.

En 1977 se realiza el primer curso de buceo de saturación y de Gran profundidad y se efectúan numerosos buceos hasta alcanzar la profundidad de 200 metros.

En 1978, por disposición del Comando General de la Armada se crea el Escalafón Buceo y los buzos al realizar su curso de capacitación efectúan un cambio de Escalafón al de Buceo.

En 1982 la agrupación de Buzos Tácticos y Buzos de Salvamento se encontraban en el territorio de las Islas Malvinas y el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS), cumpliendo diferentes tareas de buceo además de enfrentarse con el enemigo.

Muchas son las historias y anécdotas que podríamos contar de los hombres que actuaron en todas las épocas, ellos fueron creando la historia y le dieron identidad a esta milenaria profesión, el buceo.

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